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El mercado de segunda mano, cuidado con las gangas
Para algunos de nosotros comprar es un impulso irresistible en la actualidad, sobre todo con el abanico de alternativas que tenemos a nuestra disposición. Cuando hablamos de productos esenciales para uso cotidiano, nunca nos planearíamos comprar artículos de segunda mano, como es el caso de alimentos. Pues bien, ¿Por qué? si nuestra imagen y profesionalidad corporativa que es un elemento de crucial importancia, vamos a comprar un producto básico para nuestra identidad, ¿cómo lo es una impresora de tarjetas de segunda mano?
Cuando queremos adquirir una impresora de tarjetas, que debemos tener en cuenta:
- Precio
- Calidad de impresión.
- Retorno de la inversión.
- Facilidad de uso.
- Fiabilidad
- Garantía del fabricante
En nuestra opinión, y dentro de unos parámetros que consideramos normales, entendemos que el precio es un factor muy influyente. Pero hay que subrayar que “Nadie quiere algo barato que al final no cumpla con sus expectativas.”
Un producto de uso profesional como es una impresora de tarjetas de PVC, depende de factores importantes que siempre debemos tener en cuenta a la hora de tomar una decisión de compra. Este equipo debe cumplir un mínimo de expectativas de calidad, pues el resultado puede hacer que tu imagen como empresa se deteriore. Como hay muchas opciones en el mercado, nuestro consejo es que te asesores con buenos profesionales, de cuáles son tus mejores opciones basadas en tus necesidades.
Una inversión en este tipo de tecnología está relacionada con el beneficio que queremos obtener. Por ello aun sabiendo que el precio puede ser importante, lo imprescindible es que el día que vayas a utilizarla, ésta responda correctamente, y cuando suceda un problema, que al menos tengas el soporte de una empresa que te ayude solucionar las posibles contingencias que se pueden producir en tu trabajo.
Nuevo versus segunda mano
Explicar que el precio está influyendo en nuestras decisiones sería una obviedad. Buscamos un mundo Lowcost en cada uno de los productos que adquirimos, y no es lo mismo, este concepto que dirigirnos al mercado de segunda mano.
Cuando hablamos impresoras de segunda mano, hablamos de que muchas de ellas están descatalogadas o son de versiones antiguas fuera de la actividad productiva del fabricante. Todos compramos ropa o productos de este tipo para ahorrarnos un dinero que consideramos lógico. Porque pagar más por unos pantalones, si no buscamos ir a la moda, o no nos influye.
El mercado de segunda mano está cada vez más asentado en nuestra cultura, pero tiene también muchos detractores. En productos de uso profesional debemos meditar su utilización.
- Un producto de segunda mano podría haber agotado la garantía.
- También podría carecer de soporte, (siempre que hayan transcurrido mas de 24 meses desde la emisión de la factura por parte de la tienda al primer dueño)
- Nunca vas a tener certeza de su procedencia, pudiendo ser incluso productos sustraídos o robados.
- Cuando compras un producto usado, no sabes quién ni cómo ha utilizado ese producto.
- Cuando tengas un problema, el vendedor no se hará cargo del fallo y cuando vayas a pedir ayuda a empresas especializadas te cobraran un sobre coste por la reparación, al final y tal y discurren los tiempos, lo más importante y caro son los servicios y las empresas que tienen un equipo técnico capacitados no se van a hacer cargo de una impresora que no ha salido de sus instalaciones sin cobrarla por ello su servicio
Resumiendo, es básico que a la hora de realizar la compra de un equipo de segunda mano se tengan claro todas estas premisas. No se deben cometer errores que te hagan perder el tiempo y el dinero, en productos de ocasión que hagan que nuestras empresas dependan de ello, ya que están en juego tus clientes y lo que es más importante, tu reputación en el mercado. En una sociedad tan exigente como es la actual, un fallo te penaliza de por vida y el hecho de ahorrarte una cantidad que a veces es mínima, puede hacer que tus expectativas iniciales se vean paralizadas por una respuesta inadecuada del producto adquirido.